viernes, 16 de agosto de 2013

Успенский пост ¡¡¡YA ESTAMOS EN EL AYUNO DE LA ASUNCION!!!

 
 
Del 14 al 27 de agosto abarca nuestro ayuno de la Asunción. Este ayuno se estableció para observarse antes de la fiesta de la Transfiguración y hasta la fiesta de la Asunción de la Santísima Virgen. Este periodo de ayuno es el más corto, sinembargo es casí igual de estricto que el de la Gran Cuaresma.
A diferencia de los deportistas olímpicos, quienes inician su preparación para los juegos, con mucha fuerza y finalizan agotados después de la competencia; los cristianos iniciamos, los periodos de ayuno, con los deseos de obtener la fuerza espiritual y finalizamos el ayuno más fortalecidos y frescos.
 
El dominio de sí mismo, de la voluntad, con oración y acudiendo a los servicios religiosos, servirán para recibir las fuerza espiritual de Dios, que nos permita comprender y atender la gran fiesta para la que se prepara.
Se trata de un lapso pequeño, de dos semanas, de todo el año eclesiástico. Definitivamente la regla nos indica que se trata de un ayuno estricto, en donde sólo se permite comer pescado el día de la Fiesta de la Transfiguración de Cristo. Todos los demás días no se deberá comer ni pescado ni mucho menos carne, de ningún animal. Los lunes, miércoles y viernes sólo verduras, frutas y pan. Los martes y jueves, se permite además sopa caliente, sin aceite. Y sólo sábados y domingos la sopa puede ser preparada con aceite (vegetal).
Porsupuesto, no todos tienen la posibilidad de observar un ayuno estricto. Bajo la bendición del Padre Espiritual se puede flexibilizar; sin embargo no se debe olvidar que durante todo este periodo se deben lograr éxitos espirituales, los cuales son el verdadero contenido y justificación del ayuno.
En palabras del abad Doroteo, no sólo debemos observar abstinencia en cuanto a la comida, sino de todos y cada uno de los pecados que hagan que nuestro cuerpo entero esté en ayuno o abstinencia. Debemos poner en abstiencia a Nuestra Lengua, no permitiéndonos el difamar, decir mentiras, humillar a los otros, abstenernos de la ira, de pronunciar palabras inecesarias, groserías, de cualquier pecado que se cometa a través de la lengua. También debemos poner en ayuno al sentido de la vista, no viendo cosas vanales, viendo obsenidades. Y nuestras manos y piernas también deben ayunar de todo acto malo. Así lograremos que nuestro ayuno sea verdadero y agradable a Dios.
Así al final podremos valorar el sentido de la fiesta que celebraremos.
 
Teófano el Recluso dice: "Existen muchos pecados en cada persona, en cada sociedad. el pecado es siempre producto de nuestra libertad: Lucha y no caerás, cae sólo el que no quiere luchar."
 
Encoméndemonos a la Santísima Vírgen para que podamos cumplir con este periodo de ayuno que nos acerca a la vida eterna.
 
SANTISIMA VIRGEN SALVANOS!!!

lunes, 12 de agosto de 2013

SE CUMPLEN 100 AÑOS, DE LA MUERTE DEL MUY REVERENDO VARSONOFY

 
El 14 de abril del 2013 se cumplieron 100 años del día de su partida de uno de los más grandes Santos de la Iglesia Ortodoxa Rusa: Varsonofy de Optina. En el mundo fue un excelente militar, en el monasterio un incansable confesor; fue quien compuso la oración a Nuestro Señor Jesús:
 
"SEÑOR JESUCRISTO, HIJO DE DIOS, TEN PIEDAD DE MI PECADOR"
 
Fue anunciado, en su tiempo que "Él sacaría a las almas del Ades." Al Santo se le concedió beber de la copa del sufrimiento. Al Santo, se le concedieron todos los dones de los Santos Padres: Don de discernimiento, Razonamiento Espiritual; Oración; Expulsión de Espíritus Impuros; Curación de Enfermos (de cuerpo y alma). Después de su muerte se les apareció a varios monjes de Optina.
 
La vida del reverendo padre estuvo colmada de dolores, algunos que llevan al límite de las fuerzas humanas; pero al mismo tiempo llena de consuelo espiritual, signos milagrosos que indicaban la providencia de Dios en la vida de aquél hombre.
 
El reverendísimo padre Varsonofy, en el mundo se llamaba Pablo Ivanovich (hijo de Ivan) Plijankov. Nació en 1895 en Samara, precisamente el día en que se conmemora a San Segio de Radonesh, a quien Él siempre consideró su Santo Patrono. Todos los miembros de su familia fueron muy piadosos y profundamente creyentes. Ayudaban mucho a la Iglesia de su barrio, consagrada a la protección de la Santísima Madre de Dios, en su advocación a la imágen de Nuestra Señora de Kazán. De hecho toda la familia siempre se encomendaba a Nuestra Señora de Kazán.
 
Tan pronto como nació, comenzó su vida de sufrimientos; su madre Natalia falleció en el parto. El recién nacido, sobrevivió gracias al Sacramento del Bautismo, que inmediatamente le suministró el sacerdote. A cambio de este sufrimiento, el Señor le envió un consuelo: Su Madrastra, una mujer profundamente creyente. El Santo Padre recuerda: "Mi madre siempre rezaba, en casa, Yo la acompañaba con mi vocesilla: "Santísima Madre de Dios, Sálvanos"".
Desde los cinco años ya era acólito y en una ocasión, alguno de los feligreses le gritó: "Serás Sacerdote"
 
El Reverendo Padre Varsonofi contó un suceso muy interesante que le sucedió a los seis años de edad: "Teniendo seis años, un día yendo con mi padre al Jardín de niños, se nos apareció un vagabundo en el camino, el cual nos siguió hasta la escuela, lo sorprendente era que el Jardín de niños estaba rodeado por perros, los cuales le ladraban a todo desconocido, pero en esta ocasión no lo hicieron, como si no hubiera nadie. Ya estando en la escuela, el vagabundo se le acercó a mi padre y señalándome con su mano le dijo: Créeme, este niño sacará almas del infierno" Después de esto salió el vagabundo y jamás nadie lo volvió a ver"
 
El Jóven Pablo Ivanovich, tuvo un encuentro muy especial con San Juan de Kronstadt: "Cuando todavía era oficial, tuve necesidad de ir a Moscú. Estando en la estación del tren, me enteré de que el Padre Juan celebraría la Divina Liturgia en una Iglesia. Inmediatamente fuí hacia allá. Cuando llegué, la Liturgia había terminado. Entonces me acerqué al Altar y precisamente en ese momento, el Padre Juan estaba trasladando los vasos sagrados de la Santa Mesa al altar del Ofrecimiento (en donde se realiza la proskomidia). Dejando el Cáliz, se dirigió hacia mí, me besó la mano y regresó sin decir nada al altar de la ofrenda. Este acontecimiento fue interpretado por los presentes como que llegaría a ser sacerdote y mírenme no sólo soy sacerdote, sino monje."
 
(Continuará...)
 
Fuente: pravoslavia.ru

EL PATRIARCADO DE MOSCU ENVIA MAS DE UN MILLON DE DOLARES AL PATRIARCADO DE ANTIOQUIA

Русская Православная Церковь передала Антиохийскому Патриархату средства, собранные для пострадавших от вооруженного конфликта в Сирии
 
A principios de agosto, el Patriarcado de Moscú, envió la cantidad de 1,320,407 dólares americanos al Patriarcado de Antioquía. Esta suma está destinada para la ayuda humanitaria de todos los que están sufriendo las consecuencias del conflicto armado que se vive en Siria.
 
"No resulta extraordianrio que la Gran Rusia y el Gran Pueblo Ruso apoyen a su hermana Iglesia de Antioquía, ya que siempre han mostrado su solidarirad" Manifesto Su Santidad Juan X, Patriarca de Antioquía y Todo Oriente.

                   PATRIARCA JUAN X

 
 
A finales de Junio, Su Santidad el Patriarca Kirill, bendijo la iniciativa de reunión de fondos, para la ayuda de los hermanos que están sufriendo en Siria, las consecuencias de la guerra. La colecta se realizó en Parroquias, Monasterios, en todas las diósecis; así también de personas de diversas ciudades como Kaliningrado, Vladivostok, Ekaterimburgo, 

jueves, 8 de agosto de 2013

EL MINISTERIO CON ALCOHOLICOS Y ADICTOS


MINISTERIO CON ALCOHOLICOS Y ADICTOS UNA PERSPECTIVA ORTODOXA

Su esposo le prometió que jamás volvería a tomar, pero el otro día lo encontró ebrio. Llegó a un acuerdo con su hijita, Ella jamás volvería a usar drogas, pero a la semana siguiente la encontró en su recamara tirada e inconsciente. Estos escenarios se han vuelto cada vez más comunes en nuestra sociedad actual. Alrededor del diez por ciento de la población de los Estados Unidos enfrenta adicciones al alcohol y a las drogas. Los sacerdotes son los primeros "profesionales" que se dan cuenta de este problema y que toman conocimiento del mismo. Desafortunadamente no siempre se encuentran bien capacitados en este tipo de ministerio.perdiéndose así la oportunidad para brindar esperanza, ayuda y una efectiva posibilidad de salud.
He tenido acercamiento con muchas familias que han sufrido las consecuencias devastadoras del alcoholismo y la drogadicción. Muchos han dejado de amar al enfermo, otros han visto devastado el nucleo familiar y otras viven en continua disfunción como consecuencia de la situación que les plantea el adicto. Todo esto podría ser evitado si se brinda ayuda adecuada y oportuna.
El primer rol que debe jugar el sacerdote, quien se encuentra en primera línea en esta batalla, es no solo recomendar sino asistir, al adicto y alcohólico para que ingrese a un programa efectivo de recuperación.
Existen muchos programas, pero en mi experiencia, aquéllos que aplican el método de los doce pasos, que se encuentra en AA, les da a los adictos una gran oportunidad de recuperación. Muchos sacerdotes, con éxito, refieren a sus feligreses a Centros de Tratamiento, pero muy pocos le dan seguimiento a los mismos, hasta la conclusión.
En una encuesta reciente que hice a alcohólicos y adictos en recuperación, les pregunté acerca del papel que jugó su sacerdote en el proceso de recuperación. Sólo el tres por ciento contestó que su sacerdoté fue la primer persona que le había brindado ayuda, y menos del 20% dijo que su sacerdote había sido de ayuda en su proceso de recuperación. Esta estadística resulta alarmante y más si consideramos que el 50% de los entrevistados sustituyeron definitivamente a su Iglesia por AA. Esto nos muestra que cuando un miembro del clero no se involucra en el proceso de recuperación, existen muchas posibilidades de que ese feligrés no vuelva jamás a la parroquia. Alcohólicos Anónimos les desarrolla un sentimiento de compañerismo a sus miembros, así como edificación espiritual como parte del proceso de recuperación de los adictos. Así se genera un sentimiento, en la persona en recuperación, de no necesitar el regreso a sus comunidades de fe, del pasado.
Los alcohólicos en recuperación tienen preferencia de tres a uno por AA como su consejero, que por su padre espiritual.
De los pocos que dicen que su sacerdote fue de ayuda en su proceso de recuperación, sólo el ochenta por ciento continúa acudiendo a la Iglesia. Esto sólo demuestra que cuando un miembro del clero se involucra en el proceso de recuperación, hay más posibilidades de que el feligrés regrese y renueve su participación en la Iglesia. Esto es importante porque la recuperación de cualquier adicción, tiene más que ver con el ejercicio espiritual que con cualquier otra cosa y la persona en recuperación está sometida a una extraordinaria jornada de ejercicio espiritual que puede ser mejorada por el sacerdote y la propia comunidad de la Iglesia. Al mismo tiempo la persona en recuperación puede mejorar la condición espiritual de la comunidad.
Las estadisticas no mienten. Es necesaria más capacitación al clero en este ministerio, para que los adictos puedan recibir la ayuda que necesitan y así ser reintegrados a la vida de la Iglesia. Antes de ingresar al seminario estudié Trabajo Social, especializándome en el consejo en casos de abuso de drogas y alcohol. Desde mi ordenación he recibido mucha capacitación en el campo. Asimismo mi disertación doctoral fue en esta materia. Durante todo este tiempo he tratado de entrenar al mayor número de sacerdotes en este tema, pero para mayor efectividad he escrito el libro: "Recuperando el barco perdido: El Ministerio con los Alcohólicos y Adictos. Una Perspectiva Ortodoxa."
El libro se enfoca en el entendimiento Teológico de la adicción, y hace referencia a las competencias que el sacerdote debería tener en este campo. Algunas de las competencias incluyen: Entender el concepto de alcohólismo y adicción. Los signos de la dependencia, las características de la ausencia o retiro; los efectos en la familia y en el indivíduo; así como las características de las etapas de recuperación y cómo el diagnóstico temprano y recuperación temprana beneficia a la familia y al individuo. Especial énfasis se da al ministerio que se debe realizar con los familiares de los adictos, quienes llegan a ser afectados en el amor por la enfermedad del pariente. La última parte del libro es un manual muy simple para el sacerdote acerca del ministerio. Los sacerdotes deberían tener identificados a los grupos de AA, NA, Al anon y a todos los grupos que aplican el método de los 12 pasos y de centros de tratamiento y desintoxicación. Se hacen sugerencias de cómo encontrar los caminos adecuados para iniciar una conversación con una persona adicta, una lista de preguntas que nos indican si la persona es adicta o no, y se incluye también un procedimiento paso a paso de cómo coordinar la intervención conjunta en un caso de adicción.
También muestro los pasos que hay que seguir cuando el adicto regresa de su tratamiento, incluyendo las reuniones que se deben tener con ellos, el trabajo que se debe realizar con ellos, así el cómo y cuando deben de volver a tomar la comunión. El rechaso frustrante de los recien recuperados, también se incluye. Finalmente hago sugerencias de cómo establecer grupos de recuperación dentro de la Iglesia, así como también como aumentar las medidas de prevención dentro de la comunidad. El libro puede ser enviado gratuitamente a todos los padres activos y retirados de la Arquidiócesis, gracias a la generosidad del Dr. Kris Kiriakides. Hago oración para que con este libro y con una contínua capacitación nuestros sacerdotes jueguen un papel muy importante en la ayuda de adictos para que alcancen la sobriedad y así se reintegren a la vida de la comunidad.
 
  
Fuente: El Observador Ortodoxo. Patriarcado Ecuménico.

CAUSAS LEGITIMAS PARA LA DISOLUCION DEL MATRIMONIO

TEXTO DE LA CORTE ESPIRITUAL DE LA IGLESIA ORTODOXA RUSA EN EL EXTRANJERO

 
El Santo Concilio de la Iglesia Ortodoxa Rusa de 1917-18 , reconoció como legítimas las siguientes razones para la disolución del matrimonio santificado por la Iglesia:
 
  1. APOSTASIA DE LA ORTODOXIA
  2. ADULTERIO Y VICIOS CONTRA LA NATURALEZA
  3. INCAPACIDAD PARA LA COHABITACION MARITAL
  4. PADECER LEPRA O SIFILIS
  5. AUSENCIA DESCONOCIDA
  6. PENA DE PRISION ACOMPAÑADA DE LA PRIVACION DE TODOS LOS DERECHOS
  7. ATENTADOS CONTRA LA VIDA Y LA SALUD DE LA ESPOSA O LOS NIÑOS
  8. INCESTO O PROSTITUSION DE LA ESPOSA
  9. CELEBRACION DE UN NUEVO MATRIMONIO
  10. ENFERMEDAD MENTAL SERIA E INCURABLE
  11. ABANDONO INTENCIONAL
 
ARCIPRESTE JORGE ZELENIN
JEFE DE LA CORTE ESPIRITUAL
 
Fuente eadiocese.org

miércoles, 7 de agosto de 2013

QUE LOS FRUTOS DE VUESTRA FE SEAN EVIDENTES PARA TODOS!!!



"El Periódico Eclesiástico Ortodoxo" contínua acercando a sus lectores con la excepcional obra de los antiguos padres de la Iglesia. En esta ocasión se aborda el tema de las epístolas del Santo Policarpio de Smirna a los Efesios. Acerca de la vida de San Policarpio, nuestra edición ya la expuso en el número 4 del año 2013, en la sección del "Calendario Eclesiástico". Sólo recordamos que San Policarpio fue discípulo del Santo Apóstol San Juan, el Teólogo y amigo del mártir Ignacio de Antioquía y maestro de San Irineo de Lyons; obispo de Smyrna y Asia Menor su vida ló llevó hasta el martirio.
Como señala el Archimandrita Cipriano, en la antigüedad fueron conocidas algunas epístolas de San Policarpio de Smyrna, y dirigidas a las comunidades cristianas vecinas. Hasta nosotros llegó sólo una: La Epístola a los Efesios. La autenticidad de la misma no tiene discusión entre los investigadores; aunque el texto completo se conservó sólo en Latín. En griego, lengua en que fue escrito el original, sólo subsisten los primeros nueve capítulos, de catorce.
Como afirma el patrologo Aleksei Sidorov "la espístola es en realidad la síntesis de otras dos", las cuales se fusionaron en la tradición de los escritos antíguos. Según atestigua el bendito Jerónimo, en la antigüedad en algunas comunidades cristianas, las epístolas del Santo Policarpio eran leidas durante el culto público.
La espístola a los Filipenses contiene en su mayoría consejos de carácter moral, su contenido dogmático no es muy rico. San policarpio, en particular, alaba a los filipenses cristianos por su amor hacia los presos y por su recia fe. Los exhorta a servir a Dios en "temor y verdad"; les aconseja evitar la avaricia, el amor por el dinero, recordándo las responsabilidades de los diáconos, presbíteros, jóvenes y señoritas.
En el capítulo siete se hace una advertencia dirigida en contra de los herejes; los cuales se niegan a reconocer la real naturaleza humana de Cristo.
 
San Plicarpio les recuerda: "Todo el que no reconoce la naturaleza humana de Cristo es el anticristo (Ver Primera de Juan 4:3) y agrega: Quien no reconoce la evidencia de la Cruz, viene del diablo y quien las palabras del Señor las interprete de acuerdo a su propio criterio 
 
 
y afirma que no existe la resurrección y el juicio final, es hijo de Satanás" San Plicarpio llama a dejar la vanidad y las falsas enseñanzas y convertirse a la tradición de la Iglesia. Más adelante, el Obispo de Mirna llama a permanecer en oración y ayuno; los llama a ser seguidores fieles de la paciencia de Nuestro Señor Jesucristo quien dió ejemplo a los Santos mártires y Apóstoles, los cuales permanecieron en la fe y en la justicia.
El Santo llamó a rezar por todos, "Recen por todos los Santos (por los cristianos), recen por el Zar, por el poder del Rey, incluso por sus perseguidores y por los que los odian y por los enemigos de Cristo, para que los frutos de vuestra fe sea evidente para todos y así sean ustedes perfectos."
El arcipreste Jorge Florovsky afirma que San Plicarpio fue un enlace entre el Apóstol San Juan, el Teólogo, y San Irineo de Lyons, portavoz de la tradición teológica del Asia Menor. Profesión de la fe que se hace patente de la contemplación de la obra redentora de Cristo.
 
DE LA EPISTOLA DE SAN POLICARPIO DE SMIRNA A LOS FILIPENSES
 
CAPITULO IV
 
EVITEMOS LA AVARICIA, ADVERTIDSE ENTRE USTEDES, A LAS MUJERES Y VIUDAS
 
El principio de todos los males es el amor al dinero (Véase Primera de Timoteo 6:10). Sabiendo que nada trajimos al mundo y nada nos llevaremos (Ver Primera de Timoteo 6:7) Armémonos con las armas de la verdad y enseñémonos los unos a los otros a andar por los caminos de los mandamientos del Señor. Después instruyan a vuestras esposas para que permanezcan en esa misma fe, amor y pureza, para que amando a sus maridos con toda sinceridad y a todos sus prójimos con toda castidad. Educar a vuestros hijos en el temor de Dios. Instruyamos a las viudas para que se conduzcan correctamente en la fe del Señor. Intercedan incesantemente por todos ustedes, no se presten a difamación alguna, eviten el perjurio, la avaricia y todo vicio, sabiendo que Dios todo lo ve y nada se le puede ocultar: ningún pensamiento, ningún deseo y ningun sentimiento que proviene del corazón"
 
CAPITULO V
 
OBLIGACIONES DE LOS DIACONOS, JOVENES Y SEÑORITAS
 
En este sentido, sabiendo que Dios no está en la mentira (Ver Gálatas 6:7) debemos comportarnos conforme a sus mandamientos. Asimismo, los Diáconos deben permanecer en pureza frente a la justicia, como servidores de Dios y Cristo y no de los hombres, no calumnien, no sean paganos, no sean codiciosos, absténgase de todo, sean misericordiosos, diligentes, deben comportarse de acuerdo a la verdad del Señor, el cual se hizo el servidor de todos, del cual recibiremos la vida eterna, si le seguimos en esta vida, tal y como lo prometió resucitándonos de entre los muertos, si vivimos en El dignamente y creemos en El, reinaremos con Él. Del mismo modo, los jóvenes deben ser rectos con todos, principalmente se deben preocupar por mantener su castidad y mantenerse lejos de todo vicio. "Toda lujuria lucha en contra del alma" (Ver Primera de Pedro 2:11) Ni los impuros, ni idólatras, ni adúlteros, ni afeminados, ni homosexuales, ni ladrones, ni avaros, ni borrachos, ni ultrajadores, ni explotadores heredarán el Reino de Dios. (Ver Primera de Corintios 6:9-10) Por lo que debemos de abstenernos de todo esto y presentarnos ante los presbíteros y diáconos como a Dios y a Cristo; y las vírgenes deben vivir en pureza de conciencia y castidad.
 
CAPITULO VI
 
OBLIGACIONES DE LOS PRESBITEROS
 
Los presbiteros deben ser compasivos y piadosos con todos, convertir a los que andan por caminos errados, visitar a los débiles, no ser negligentes con las viudas y con los mendigos, siempre esforzarse por el bien delante de Dios y los hombres. (Romanos 12:17 y 2a. Corintios 8:21) "Sin devolver a nadie mal por mal; procurando el bien ante todos los hombre; en lo posible, y en cuanto de vosotros dependa, en paz con todos los hombres." "Pues procuramos el bien no sólo delante del Señor sino también delante de los hombres". Abstengase de toda ira, hipocresía, injusticia en su jpensamiento, retírense de la avaricia, no sean ingénuos ante las maldades de alguien; no sean violentos en su juicio, sabiendo que todos somos pecadores. Porque si pedimos al Señor que nos perdone, entonces nosotros debemos perdonar. Ya que todos nos encontramos ante la mirada del Señor Dios. "Pero Tú, ¿porqué juzgas a tu hermano? Y Tú ¿porqué desprecias a tu hermano? En efecto, todos hemos de comparecer ante el tribunal de Dios, pues dice la Escritura: ¡Por mi vida! dice el Señor, que toda rodilla se doblará ante mí, y toda lengua bendecirá a Dios. Así pues, cada uno de vosotros, dará cuenta de sí mismo a Dios" Así pues, sirvámosle con temor y reverencia tal y como lo mandó a sus Apóstoles, profetas y a nosotros, anunciando su regreso. Seamos celosos de lo bueno, evitemos las tentaciones, a los falsos hermanos y de todos los que hipócritamente predican el nombre del Señor, introduciendo en error a la gente. 
 
Consejo Editorial de la Iglesia Ortodoxa Rusa, 2008
Издательский совет Русской Православной Церкви, 2008


martes, 6 de agosto de 2013

PADRE, NUNCA HE MATADO!!!

EL SEXTO MANDAMIENTO DE LA LEY DE DIOS
 
 
 
Se presentó muy gustoso, gallardo, seguro. No resistió entrar a la habitación; la cual sorprendentemente se encontraba sin aquella fila interminable de viejitas, niños llorando, enfermos,... "Sería bueno saludar al padrecito" (Pensó). En ese momento accedió a la habitación, escuchando una voz a lo lejos que decía: "NO MATARAS", y repetía sin cesar: "NO MATARAS", cada vez más fuerte, la voz se acercaba e invadía la turbada mente de aquél hombre.
--¿No matarás?, ¿Quién ha matado?, increpó al staretz (Padre espiritual, confesor).
 
-- Ha matado aquél que ha juzgado y condenado a un inocente; a sabiendas. Ha matado el que oculta y libera a un asesino para facilitarle la comisión de otros homicidios; ha matado el que pudiendo salvar a su prójimo de la muerte, lo ha dejado morir; el que teniéndolo todo ha permitido que su hermano muera de hambre; ha matado el que pone trabajos excesivos a su siervo, acelerándole con eso su muerte; el que ha inferido castigos al otro, acortándole con ello la vida; ha matado el que por sus vicios y no abstinencia se acorta su propia vida; ha matado no sólo la que aborta, sino el que ha aconsejado el aborto; aquél que ha tomado en sus manos lo que le pertenece a Dios, la vida de si mismo. Peca igualmente el que acepta el duelo y entonces es culpable de rebelión, homicidio y suicidio.
 
--Pues eso está muy claro, pero Yo padrecito núnca he matado. Replicó aquél pobre hombre.
 
-- Y entonces el Staretz agregó: Ha matado el que provoca que su prójimo caiga en incredulidad, en la inobservancia de la ley de Dios, pues provoca la muerte del alma por el pecado; la muerte espiritual. "Pero al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le vale que le cuelguen al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos, y le hundan en lo profundo del mar.¡Ay del mundo por los escándalos! Es forzoso, ciertamente, que vengan esos escándalos, pero ¡ay de aquél hombre por quien el escándalo viene" (Mateo 18:5-7)
 
Todos los actos y todas las palabras que dirijamos en contra del amor, afectando la paz de nuestro prójimo; todo mal pensamiento, de odio, incluso aunque no se haya manifestado con palabras, es reo de culpa y HA MATADO. "Todo el que odia a su hermano es un asesino y sabeís que ningun asesino posee vida eterna en si mismo" (1a. de Juan 3:15)
 
--Padrecito, HE MATADO, qué puedo hacer? De rodillas ante la Cruz, en un mar de lágrimas, aquél hombre arrepentido imploraba el perdón del Señor.
 
--AYUDA A LOS POBRES
   ASISTE A LOS ENFERMOS
   CONFORTA, CONSUELA A LOS AFLIGIDOS
   ALIVIA LAS PENAS DEL DESGRACIADO
   SE ATENTO CON TODOS, CON HUMILDAD Y AMOR
   RECONCILIATE CON LOS OFENDIDOS
   PERDONA LAS OFENSAS Y HAZ OBRAS DE BIEN A TUS ENEMIGOS.
 
 Митрополит Сурожский Антоний


¡¡¡REGRESA A PATRI LA CRUZ DE SAN ANDRES EL PRIMER LLAMADO!!!

Después de haber recorrido Rusia, Ucrania y Bielorrusia, la reliquia, ha retornado a la Catedral de San Andrés, en Grecia, de hecho la más grande de aquél país. Este recorrido se realizó con motivo de los festejos del 1025 aniversario del bautizo de Rusia.
 

В Минске начался ливень

 

HECHO SORPRENDENTE:

Sucedió que en Minsk, capital de Bielorrusia, de donde fue transportada la reliquia a Grecia, había un clima esplendoroso, era un día muy soleado. Al momento en que fuetrasladada la reliquia al aeropuerto comenzó una lluvia torrencial que sorprendió a todos sus habitantes. Una lluvia inusual.!!!
Después de tres horas de vuelo, la reliquia se encontraba en Grecia.

 Погрузка киота с Крестом в самолет. Минский аэропорт
 
La Catedral de San Andrés, el primer llamado, es la más grande de toda Grecia. La Cruz que corona a la cúpula del edificio, mide cinco metros y se puede ver desde los barcos que entran al puerto de esta gran ciudad del Peloponeso.
Собор святого Андрея в Патрах
 
Ahora la cruz del Apóstol San Andrés, el primer llamado, se encuentra en la Catedral, en donde los creyentes y peregrinos esperan para venerarle horas, haciendo interminables filas.
 
 
Fuente: Pravoslavie.ru

sábado, 3 de agosto de 2013

HOY CONMEMORAMOS AL SANTO PROFETA EZEQUIEL

Молитва  пророка Иезекииля
El Santo Profeta Ezequiel vivió en el siglo VI antes de Cristo. Nació en la ciudad de Sarir de la tribu de Leví, hijo del sacerdote Amos, llegó a ser, también, sacerdote. En la segunda invasión a Jerusalén por el Rey Nabucodonosor de Babilonia, a los 25 años de edad fue llevado a Babilonia junto con el Rey Joaquin II y muchos otros judíos.
El cautivo profeta vivió entonces a orillas del río Jobar. Estando allí, a los 30 años, tuvo una visión, en donde le fue revelado el futuro del pueblo de Israel y de toda la humanidad.
"Yo miré: un viento huracanado venía del norte, una gran nube y fuego fulgurante con resplandores a su alrededor, y en su interior como el destello de un relámpago enmedio del fuego. Había en el centro la figura de cuatro seres cuyo aspecto era el siguiete: Tenían figura humana. Tenían cada uno cuatro cabezas y cuatro alas. Sus piernas eran rectas y la planta de sus  pies era como la pezuña del buey, y relucían como el fulgor del bronce bruñido. Bajo sus alas había unas manos humanas por los cuatro costados; los cuales tenían sus caras y sus alas. Sus alas se tocaban unas a otras; al andar no se volvían; cada uno marchaba de frente. La forma de sus cabezas era un rostro humano, y los cuatro tenían cabeza de león a la derecha, los cuatro tenían cabeza de toro a la izquierda, y los cuatro tenían cara de águila. Sus alas estaban desplegadas hacia lo alto; cada dos alas se tocaban entre sí y otras dos les cubrían el cuerpo; y cada uno marchaba de frente; donde el espíritu les hacía ir allí iban, y no se volvían en su marcha. Entre los seres había como brazas incandecentes, con aspecto de antorchas, que se movía entre los seres; el fuego despedía un resplandor, y del fuego salían rayos. Y los seres iban y venían como el aspecto del rayo. Miré entonces a los seres: Había una rueda en el suelo a lado de los seres por los cuatro costados. El aspecto de las ruedas y su estructura era como el destello del crisólito. Tenían las cuatro la misma forma y parecían dispuestas como si una rueda estuviese dentro de la otra. En su marcha avanzaban en las cuatro direcciones; no se volvían en su marcha. Su circunferencia era enorme, imponente, y la circunferencia de las cuatro estaba llena de destellos todo alrededor. Cuando los seres avanzban, avanzaban las ruedas junto a ellos, y cuando los seres se elevaban del suelo, se elevaban las ruedas. Donde el espíritu les hacía ir, allí iban, y las ruedas se elevaban juntamente con ellos, porque el espíritu del ser estaba en las ruedas. Cuando avanzaban ellos, avanzaban ellas, cuando ellos se paraban se paraban ellas, y cuando ellos se elevaban dels suelo, las ruedas se elevaban juntamente con ellos, porque el espíritu del ser estaba en las ruedas. Sobre las cabezas del ser había una forma de bóveda como de cristal resplandeciente, extendida por encima de sus cabezas, y bajo la bóveda sus alas estaban emparejadas una con otra; cada uno tenía dos que le cubrian el cuerpo. Y oí el ruido de sus alas, como el de muchas aguas, como la voz de Sadday; cuando marchaban había un ruido atronador, como el estruendo de una batalla; cuando se paraban, resplegaban sus alas. Y se produjo un ruido. Por encima de la bóveda que estaba sobre sus cabezas, había como una piedra de zafíro en forma de trono y sobre esta forma de trono, por encima, en lo más alto, una figura de apariencia humana. Ví luego como el destello de un relámpago, como un fuego que la envolvía alrededor, desde lo que parecía ser sus caderas para arriba; y desde lo que parecía ser de sus caderas para abajo ví como un fuego resplandeciente alrededor. Era como el arcoíris que aparece en las nubes los días de lluvia: Tal era el aspecto de este resplandor a su alrededor. Parecía la gloria de Yahvé. A su vista caí rostro en tierra y oí una voz que hablaba. Me dijo: "Hijo de hombre, ponte en pie, que voy a hablarte." Me invadió el espíritu mientras me hablaba y me puso en pie; y oí al que me hablaba. Me dijo: "Hijo de hombre Yo te envio a los Israelitas, nación rebelde, que se han rebelado contra mí. Ellos y sus padres se revelaron contra mí hasta el día de hoy. Los hijos son de dura cerviz y corazón obstinado; a ellos te envio para decirles: Así dice el Señor Yahvé y ellos, escuchen, o no escuchen, ya que son casa rebelde, sabrán que había un profeta en medio de ellos. Y Tú, hijo de hombre, no les tengas miedo a ellos ni a lo que digan, no temas aunque te rodeen amenazantes y te veas sentado sobre escorpiones. No tengas miedo de lo que digan, ni te asustes de ellos, porque son una casa rebelde. Les comunicarás mis palabras, escuchen o no escuchen, porque son una casa rebelde. "Y Tú hijo de hombre, escucha lo que voy a decirte, no seas rebelde como esa casa rebelde. Abre la boca y come lo que te voy a dar." Yo miré: ví una mano tendida hacia mí, que sostenía un libro enrollado. Lo desenrollo ante mí: Estaba escrito por el anverso y por el reverso; había escrito: "Lamentaciones, gemidos y ayes." ... (Ezequiel 1 y 2) (Entérate de lo que pasó leyendo a Ezequiel en sus capítulos 1 y 2)
Por explicación de los Santos Padres de la Iglesia, la figura parecida a un hombre, sentado en el trono de zafiro es la preimágen de la encarnación del Hijo de Dios de la Santísima Virgen María, que es el Trono de Dios. Los cuatro seres con cuatro cabezas son la preimagen de los cuatro evangelistas. La rueda con multitud de ojos, es una parte de la tierra con todos los pueblos. Al escuchar la voz de Dios, cayó rostro en tierra y el Señor le ordenó levantarse e ir a predicar al pueblo de Isreael. A aprtir de ese momento comenzó la labor profetizadora de Ezequiel. El profeta anunció al pueblo de Israel, el castigo que recibirían por su apostasía y herejía. Así mismo les anunció tiempos mejores y el regreso a Jerusalén y la recuperación del templo. 
 
Son dos las visiones más importantes del profeta Ezequiel: La visión acerca del templo del Señor y la visión de los huesos secos en el desierto. La primera profesía es una preimágen de la liberación del género humano y el establecimiento de la Iglesia de Cristo a través de la fuente del Hijo de Dios. La segunda es una preimágen de la resurrección general de los muertos y la vida eterna que proviene de la Cruz de Nuestro Señor Jesucristo.

viernes, 2 de agosto de 2013

HOY CONMEMORAMOS AL SANTO PROFETA ELIAS!!!

Илия Пророк
SANTO PROFETA ELIAS
 
El Santo Profeta Elías es uno de los más grandes profetas y fue el primer célibe del Antiguo Testamento, nació 900 años antes de la encarnación del Verbo de Dios, de la tribu de Leví.
San Epifanio de Chipre escribe que antes de nacer el Profeta, su padre tuvo una visión en sueños: "Un hombre de Dios, envuelto en fuego, lo saludo y lo alimentó con llamas." Al bebé se le dió el nombre de Elías (Fortaleza del Señor), mismo que determinó toda su vida. Desde pequeño honró al Unico Dios, se retiró al desierto y pasó toda su vida en ayuno severo y en oración. Fue llamado como profeta al servicio del rey Ahab. El profeta fue un ferviente guardian de la verdadera fe y muy piadoso. En aquellos tiempos el pueblo de Israel abandonó las creencias de sus padres, en un sólo Dios, y comenzó a adorar a ídolos de los paganos, adoración que introdujo el impío Rey Jeroboam, apoyado por la esposa del rey Ahab, Jezabel.
Viendo la caída de su pueblo, el Profeta Elías, comenzó a mostrarle al rey Ahab la equivocación, el error y lo exhortó a convertirse al Único y Verdadero Dios. El rey no lo escuchó. Entonces el Profeta Elías, le anunció que en castigo no llovería en tres años, ni una gota de rocío, así como que la sequía sólo cesaría por sus oraciones. Y en efecto, llegó el hambre a todo el país, el pueblo padeció ante el intolerable calor y el hambre... (Si quieres saber qué sucedió, puedes leer en el Antiguo Testamento la vida de este Profeta amado por Dios en el primer libro de Reyes capítulo 17) 

jueves, 1 de agosto de 2013

GRAN JUBILO!!! CONMEMORAMOS A SAN SERAFIN DE SAROV

Преподобный Серафим Саровский

La vida del Santo
San Serafín nació en el año 1759, con el nombre de Prójor Moshnin en la ciudad Kursk en una familia de comerciantes. Cuando tenia 10 años se enfermó gravemente y en un sueño se le apareció la Madre de Dios, que prometió sanarlo. Pocos días después en Kursk se hizo una procesión con el icono milagroso de Nuestra Señora de Kursk. Debido al mal tiempo la procesión tomó un camino más corto que pasaba cerca de la casa de los Moshnin. Después de que la madre de Prójor haya apoyado el icono sobre la cabeza de su hijo enfermo, éste se empezó a curar rápidamente. Durante su adolescencia, el muchacho tenía que ayudar a sus padres en el negocio, pero el comercio no lo atraía. El joven gustaba leer vidas de santos, ir a la iglesia y orar en soledad.
A 18 años Prójor decidió hacerse monje. Su madre lo bendijo con un gran crucifijo de bronce, que el santo empezó a llevar siempre sobre su hábito. San Serafín entró en el convento de Sarov como novicio.

Desde su primer día en el convento, su vida se destacó por una extraordinaria moderación en la comida y en el sueño. Esto constituyó una característica de toda su vida. Comía poco y sólo una vez por día. Los miércoles y los viernes directamente se abstenía de comer. Después de pedirle la bendición a su starez, empezó a irse a menudo al bosque para orar y pensar en Dios. Poco después se enfermó gravemente de nuevo y por tres años tuvo que permanecer acostado la mayor parte del tiempo.

Y de nuevo lo sanó la Santísima Virgen María, Quien se le apareció, acompañada de algunos santos. Luego Ella señaló al enfermo y le dijo al apóstol Juan el Teólogo: "Este es de nuestra especie." Luego toco con Su cetro el costado del enfermo y lo sanó.

Su consagración monástica, con el nombre de Serafín, tuvo lugar en el año 1786 (a los 27 años). El nombre Serafín en hebreo significa "ardiente, lleno de fuego." Poco después fue consagrado como hierodiácono (diácono monje). Él justificaba su nombre con sus ardientes oraciones y pasaba todo el tiempo (salvo mínimos descansos) en el templo. Durante estos esfuerzos de oraciones y servicios religiosos, san Serafín fue honrado de ver a ángeles, que cantaban y cooficiaban en el templo. Un Jueves Santo, durante la Liturgia él contempló al Mismo Señor Jesucristo en la forma de Hijo de Hombre, Quien entraba en el templo junto con huestes celestiales y bendecía a los fieles que oraban. Paralizado por esta visión el santo no pudo hablar por mucho tiempo.

En el año 1793, san Serafín fue consagrado hieromonje (monje sacerdote) y por el transcurso de un año ofició Misa y tomó la Comunión todos los días. Luego san Serafín comenzó a alejarse a su "lejano desierto," en la profundidad del bosque, a 5 kilómetros del monasterio de Sarov. Llego ahí a un gran perfeccionamiento espiritual. Animales salvajes como osos, liebres, lobos, zorros y otros venían a la morada del ermitaño. Una monja anciana, Matrona Pleshcheev del monasterio de Diveevo, vio personalmente como san Serafín alimentaba con sus manos a un oso que se le acercó. "El rostro del starez en aquel momento era luminoso y radiante como el de un Ángel" - contaba ella. Mientras vivía en su ermita del bosque, san Serafín fue duramente atacado por unos ladrones. Siendo físicamente fuerte y con un hacha en las manos, san Serafín no se defendió. Ellos reclamaban dinero, pero él puso su hacha en la tierra, cruzó los brazos sobre su pecho y se entregó mansamente. Ellos lo empezaron a golpear en la cabeza con la madera de su propia hacha hasta que la sangre empezó a correr de su boca y oídos y cayó desmayado. Ellos continuaron golpeándolo con un tronco, lo pisaban y lo arrastraban por el suelo. Recién al creerlo muerto lo dejaron. El único tesoro que los bandidos encontraron en su celda era el icono de Nuestra Señora del Enternecimiento (Umilenie), ante el cual él siempre oraba. Cuando estos malhechores fueron prendidos y juzgados, el santo intercedió por ellos ante el juez. Después de los golpes recibidos, san Serafín quedo encorvado para toda su vida.

Poco después san Serafín comenzó un periodo en el que empezó a pasar los días rezando sobre una piedra cerca de su ermita y las noches en lo espeso del bosque. Él rezaba casi sin interrupción con los brazos levantados hacia el cielo. Esta hazaña espiritual la llevó a cabo por mil días.

Al final de su vida, tras una visión especial de la Madre de Dios, san Serafín asumió la tarea de ser starez y empezó a atender a todos los que venían buscando su consejo y dirección espiritual. Miles de visitantes de diferentes clases sociales venían a verlo y él los enriquecía con sus tesoros espirituales adquiridos durante muchos años de trabajo. Todos lo veían alegre, manso, cordial, meditabundo y con el alma abierta. A la gente le decía, a modo de saludo, "Alegría mía." A muchos aconsejaba: "Busca lograr tener el espíritu en paz y miles se salvaran a tu alrededor." Saludaba a todos sus visitantes, inclinándose hasta el suelo, los bendecía y les besaba las manos. No hacia falta contarle las preocupaciones pues el starez sabía lo que cada persona tenia en su alma. También decía: "Ser alegre no es un pecado, pues la alegría aleja el cansancio, que causa el desaliento, y esto es lo peor."

A un monje le decía una vez: "Si tú supieras que alegría, que dulzura espera al alma del justo en el cielo, aceptarías todas las penas, las persecuciones y las calumnias agradecido. Hasta si esta misma celda estuviera llena de gusanos y estos comieran nuestro cuerpo durante toda la vida, uno debería aceptar todo esto con ganas, para no ser privado de la alegría celestial que preparó Dios para los que Lo aman."

Motovilov, un discípulo cercano y venerador de san Serafín, fue testigo de la milagrosa transfiguración de su rostro. Esto paso en el bosque durante el sombrío invierno. Era un día nublado, Motovilov estaba sentado sobre un tronco y san Serafín se encontraba frente a él en cuclillas y hablaba sobre el sentido de la vida cristiana y explicaba para que vivimos nosotros, los cristianos, en la tierra:

"Es necesario, que el Espíritu Santo entre en el corazón. Todo lo bueno que hacemos por Cristo nos da al Espíritu Santo, pero sobre todo la oración, que está siempre a nuestro alcance."

"Padre - le contestó Motovilov - ¿cómo puedo ver yo la Gracia del Espíritu Santo y saber si esta conmigo o no?" San Serafín le dio ejemplos de la vida de santos y apóstoles, pero Motovilov seguía sin entender. Entonces el starez lo tomó fuerte del hombro y le dijo: "Ambos estamos ahora en el Espíritu de Dios." Motovilov sintió como que se le abrieron los ojos y vio que el rostro del santo era más luminoso que el sol. En su corazón Motovilov sentía alegría y la silencio, su cuerpo percibía un calor como si fuera verano y alrededor de ambos se sentía un perfume agradable. Motovilov se asustó por este cambio milagroso, principalmente por la luminosidad del rostro del Santo Pero san Serafín le dijo: "No tema, padre, Usted no podría ni siquiera verme, de no estar también en la plenitud del Espíritu Santo. Agradézcale al Señor por Su benevolencia hacia nosotros."

Así Motovilov entendió con su mente y corazón lo que significa el descenso del Espíritu Santo y como trasforma Él a un hombre.

La Iglesia recuerda a San Serafín el primero de agosto y el 15 de enero (19 de julio y 2 de enero según el calendario eclesiástico, el juliano).


Las enseñanzas de San Serafín









Sobre Dios

Dios es el fuego que calienta e inflama a los corazones y las entrañas. Por eso si sentimos frío en nuestros corazones, éste proviene del diablo (porque él es frío); llamemos al Señor y Él vendrá y calentará nuestro corazón con un amor perfecto, no solo hacia Él, sino también hacia nuestros prójimos. Y por el calor de Su rostro huirá el frío del que odia el bien.

Donde está Dios no hay mal. Todo lo que proviene de Dios es útil, trae paz y lleva al hombre a condenar sus defectos y a ser humilde.

Dios demuestra Su amor a los hombres no solo cuando hacemos el bien, sino también cuando Lo ofendemos con nuestros pecados. ¡Con qué enorme paciencia soporta Él nuestras faltas! Y cuando nos castiga, ¡con qué misericordia lo hace! El beato Isaac dice: "No llames Justo a Dios, porque en tus hechos no se ve Su justicia. Es verdad que David Lo llamaba justo y derecho, pero el Hijo de Dios nos hizo ver que Dios es aún más benigno y misericordioso. ¿Dónde esta Su justicia? Fuimos pecadores y Cristo murió por nosotros" (san Isaac el Sirio, discurso 90).


Las causas de la venida de Cristo:


    • el amor de Dios al género humano "De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo Unigénito" (Jn. 3:16).

    • Restablecimiento en el hombre caído de la imagen y semejanza Divinas.

    • La salvación de las almas humanas: "Porque no envío Dios a Su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvado por Él" (Jn. 3:17).
    • Nosotros, en concordancia con los objetivos de Nuestro Salvador, debemos vivir de acuerdo a Su Divina enseñanza, para salvar con esto nuestras almas.


La fe

Según dice San Antíoco, la fe es el comienzo de nuestra unión con Dios: el creyente verdadero es una piedra del templo Divino, preparado para el edificio de Dios Padre, elevado a la altura con la fuerza de Jesucristo, o sea, con Su cruz y con la ayuda de la Gracia del Espíritu Santo.


"La fe sin obras es muerta"

(Jac. 2:26). Obras de la fe son: el amor, la paz, la paciencia, la benevolencia, la humildad, llevar la cruz y vivir espiritualmente. La fe verdadera no puede quedar sin obras buenas. Quien cree sinceramente, invariablemente hace también obras de bien.


La Esperanza

Todos, los que tienen una firme esperanza en Dios, se elevan a Él y se iluminan con el resplandor de la luz eterna.

Si el hombre no se ocupa demasiado de sí mismo por el amor a Dios y para las obras de virtud sabiendo que Dios se ocupa de él, entonces su esperanza es verdadera y sabia. En cambio, si el hombre confía solamente en sí mismo y sus actos y se dirige a Dios solo cuando tiene grandes e inesperadas dificultades y solo cuando ve la insuficiencia de sus medios empieza a confiar en la ayuda de Dios, entonces tal esperanza es vana y falsa. La verdadera esperanza busca sólo al Reino de Dios y está segura de que todo lo necesario para la vida temporal le será dado siempre. El corazón no puede tener paz hasta que logre tal esperanza. Ella es la que lo apacigua totalmente y le da alegría. Sobre este tipo de esperanza dijo nuestro Salvador: "Venid a Mí todos los que estáis trabajados y cargados, y Yo os haré descansar" (Mt. 11:28).


El amor a Dios

Aquel que logra un perfecto amor a Dios vive esta existencia como si no perteneciera a este mundo. Ya que él se siente extraño para lo visible y espera con paciencia lo invisible. El se cambió por entero en el amor a Dios y dejo todos sus vínculos mundanos.

El que ama realmente a Dios con todo su ser, se considera como peregrino y extranjero en esta tierra ya que ve sólo a Dios debido a su tendencia a buscarlo.

La preocupación por el alma. El cuerpo del hombre se parece a una vela prendida. La vela debe quemarse y el hombre debe morir. Pero su alma es inmortal y por esto nuestra preocupación debe ser mayor por el alma que por el cuerpo: "¿Qué aprovechara al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiera su alma? O ¿qué recompensa dará el hombre por su alma?" (Mt. 16:26), por la cual nada en el mundo puede servir de recompensa. Si un alma, por sí sola, es más preciosa que todo el mundo y el reino terrenal, entonces, es sin duda más precioso el Reino de los Cielos. Consideramos el alma como lo más valioso porque - como dice san Macario el Grande - Dios no se dignó a comunicarse ni a unirse con Su naturaleza espiritual a ninguna criatura visible, a excepción del hombre, al cual ama más que a todas Sus criaturas.


Amor al prójimo
A los prójimos hay que tratarlos amablemente, no hay que mostrar nunca ni siquiera disgusto, aún si nos ofenden. Si nos alejamos de alguien o lo ofendemos, sentimos como una piedra sobre nuestro corazón. Hay que animar el espíritu de un hombre triste o abatido con palabras de amor. Cuando vez a tu hermano pecando - cúbrelo, como aconseja san Isaac el sirio: "Extiende tu capa sobre el pecador y cúbrelo."
Con respecto a nuestros prójimos, debemos ser puros de palabra y pensamiento y tratarlos a todos por igual; si no convertiremos nuestra vida en algo inútil. Hay que saber amar al prójimo no menos, que a nosotros mismos, según el mandamiento del Señor: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Lc. 10:27). Pero no de manera tal que el amor al prójimo exceda los límites y nos aleje del cumplimiento del primer y más importante mandamiento: el de amar a Dios. El mismo Señor nos enseña: "El que ama a padre o madre mas que a mí, no es digno de Mí; el que ama a hijo o hija mas que a mí, no es digno de Mí" (Mt. 10:37).


La misericordia
Hay que ser misericordioso hacia los pobres y los peregrinos; sobre esto se preocupaban mucho los Padres y las grandes luminarias de la Iglesia. Con respecto a esta virtud tenemos tratar, por todos los medios, de cumplir los siguientes mandamientos de Dios: "Sed misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso" y "Misericordia quiero, y no sacrificio" (Lc. 6:36; Mt. 9:13). Los sabios escuchan estas palabras salvadoras y los necios no las escuchan; por eso la recompensa no será igual, como fue dicho: "El que siembra escasamente, también segara escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segara" (2 Cor. 9:6).
Que el ejemplo de Pedro Dador de pan, quien por un pedazo de pan ofrecido a un mendigo, recibió el perdón de todos sus pecados (lo que le fue mostrado en una visión), nos inspire a ser misericordiosos con los prójimos, ya que incluso una pequeña limosna ayuda mucho a obtener el Reino de Dios.

Hay que ofrecer la limosna con buena disposición del alma; como dice san Isaac el Sirio: "Si das algo a quien te lo pide, que la alegría de tu rostro preceda a tu dádiva y con palabras benignas consuela su pena."


No juzgar y perdonar las ofensas
No se debe juzgar a nadie, incluso aunque hayas visto con tus propios ojos sus pecados y sus transgresiones a los mandamientos de Dios. Como dice la palabra Divina: "No juzguéis, para que no seáis juzgados" (Mt. 7:1). "¿Tu quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio Señor esta en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme" (Rom. 14:4). Es mucho mejor recordar las palabras del Apóstol: "El que piensa estar firme, mire que no caiga" (1 Cor. 10:12).
No hay que sentir ni odio ni ira a una persona que está enemistada con nosotros, por el contrario hay que amarlo y tratar de hacerle tanto bien como nos sea posible, como Dios nos enseña: "Amad a vuestros enemigos... haced bien a los que os aborrecen" (Mt. 5:44). Si tratamos con todas nuestras fuerzas de cumplir este mandamiento podemos tener la esperanza de que la luz Divina brille en nuestros corazones, que nos ilumine el camino hacia el Jerusalén Celestial.

¿Por qué acusamos a nuestros prójimos? Es porque no tratamos de conocernos a nosotros mismos. Quien esta ocupado en conocerse a sí mismo no tiene tiempo para criticar las faltas de los demás. Júzgate a ti mismo - y dejaras a juzgar a los demás. Condena la mala acción, pero no a aquel que la comete. Asimismo hay que considerarse como el peor de los pecadores y perdonar cualquier acción mala del prójimo. Hay que odiar únicamente al diablo pues éste fue quien lo sedujo. Además una acción del prójimo puede parecernos mala pero ser en realidad una buena obra por sus buenas intenciones. Por otro lado la puerta de la penitencia está abierta para todos y no se puede saber quien entrará primero por ella: si tú, quien acusa o el juzgado por ti.


La penitencia
El que desea salvarse, debe tener su corazón siempre dispuesto al arrepentimiento y la contrición: "Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciaras tu, oh Dios" (Sal. 51:17). Con el espíritu humilde, el hombre puede evitar con facilidad todas las trampas astutas del diablo, quien se esfuerza a alterar el espíritu del hombre y sembrar sus cizañas, según las palabras Evangélicas: "¿Señor, no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña? Él les dijo: Un enemigo ha hecho esto" (Mt. 13:27-28). Cuando el hombre trata de tener el corazón humilde y guarda paz en sus pensamientos, todas las maquinaciones del enemigo son vanas. Ya que donde hay paz en los pensamientos reposa el mismo Dios; se dijo: en la paz esta Su lugar (Sal.76:2).
Nosotros, durante toda la vida, ofendemos la grandeza Divina con nuestras caídas en pecado; por eso debemos pedirle con humildad perdón al Señor por nuestros pecados.


El ayuno
Nuestro Señor Jesucristo, Jefe de las hazañas espirituales y Salvador Nuestro, antes de empezar la hazaña de la redención del genero humano, se fortificó con un prolongado ayuno. Todos los ascetas antes de comenzar a trabajar para el Señor, se armaban con ayunos y sólo en ayuno empezaban el camino de la cruz. Sus progresos en el ascetismo medían con sus éxitos en el ayuno.
Con todo esto, los santos ascetas sorprendían a todos al no conocer la debilidad, siempre permanecían briosos, fuertes y listos para la acción. Las enfermedades entre ellos eran muy raras y sus vidas eran muy prolongadas.

Mientras el cuerpo del ayunante se vuelve ligero y más delgado, la vida espiritual se perfecciona y se muestra en fenómenos sobrenaturales. Entonces el espíritu actúa como en un cuerpo incorpóreo. Los sentidos externos se cierran y la mente, apartándose de lo terrenal, se eleva hacia el cielo y se sumerge completamente en la contemplación del mundo espiritual. Pero no todos pueden seguir esta regla muy severa de contención en todo y de privación de todo lo que puede servir para aliviar las dolencias. "El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba" (Mt. 19:12).

Se debe ingerir una cantidad de comida para que el cuerpo se fortifique y sea un ayudante y amigo del alma en hacer el bien; en caso contrario un cuerpo debilitado puede debilitar el alma. Los días miércoles y viernes, especialmente durante las cuatro abstinencias anuales, sigue el ejemplo de los Padres y come una sola vez por día y el Ángel del Señor estará siempre contigo.


La paciencia y la humildad
Siempre hay que soportar todo lo que pasa y recibirlo como enviado por Dios y con agradecimiento. Nuestra vida es un minuto en comparación con la eternidad. Por esto, como dice el apóstol: "las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse" (Rom. 8:18).
Soporta en silencio cuando te ofende un enemigo y sólo al Señor abre en ese caso tu corazón. Al que te humilla o denigra tu honor, trata por todos los medios de perdonarlo con todo tu corazón, según la palabra Evangélica: "Al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva" (Luc. 6:30).

Cuando la gente nos insulta, debemos considerarnos indignos de halagos y debemos pensar que si fuéramos dignos, todos nos respetarían. Debemos siempre portarnos humildemente con todos los hombres, como nos dice san Isaac el Sirio: " Sé humilde y veras la Gloria de Dios en ti."


Las enfermedades
El cuerpo es el esclavo del alma, que es la reina. Por eso, ocurre a menudo que por la misericordia Divina nuestro cuerpo se debilita con enfermedades y con ellas nuestros vicios pierden fuerza y el hombre vuelve en sí. Además la misma enfermedad corporal puede ser consecuencia de nuestras pasiones y nuestros vicios. A quien soporta la enfermedad con paciencia y agradecimiento la enfermedad se le computa como una hazaña espiritual o incluso más que esto.
Un monje anciano, que sufría de hidropesía, decía a los hermanos, que lo venían a curar: "Padres oren para que mi alma no sufra de semejante enfermedad. Ruego a Dios que no me libere de mi actual dolencia de repente ya que mientras mi persona externa se consume, el hombre interno se renueva" (2Cor 4:16).


La paz del alma
La paz del alma se logra sufriendo penas. Las Escrituras dicen: "Pasamos por el fuego y por el agua, y nos sacaste a abundancia" (Sal. 66:12). Para los que desean complacer a Dios, el camino transcurre a través de muchas penas. ¿Cómo podemos alabar a los santos mártires por sus sufrimientos que pasaron por Dios si no sabemos siquiera aguantar una fiebre?
Para lograr la paz interna nada es mejor a permanecer en silencio, preferentemente conversando consigo mismo y muy poco con los demás. Es señal de vida espiritual cuando una persona penetra en su mundo interior y trabaja secretamente en su corazón.

Esta paz, como un tesoro invaluable, dejo nuestro Señor Jesucristo a sus discípulos antes de Su muerte, diciendo: "La paz os dejo, Mi paz os doy" (Jn. 14:27). También el apóstol lo dice: "La paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús" (Filip. 4:7). "Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor" (Heb. 12:14).

Por ello debemos dirigir todos nuestros pensamientos, deseos y actos para el recibimiento de la paz Divina y siempre clamar con la Iglesia: "Señor Dios nuestro, Tu nos darás paz" (Is. 26:12).

Es necesario, por todos los medios, tratar de conservar la paz del alma y no indignarse por las ofensas de otra gente. Para eso es menester evitar la ira y con atención proteger la mente y el corazón de vacilaciones incorrectas.

Las ofensas hay que soportarlas con indulgencia y aprender a tomarlas como si no nos afectaran. Este ejercicio puede darle la calma a nuestro corazón y hacerlo morada del Mismo Dios.

Vemos un ejemplo de tal ausencia de ira en la vida de san Gregorio el Milagroso. Una ramera le exigía públicamente que le pagara por un supuesto pecado cometido con ella. Él no se enojó con ella y le dijo mansamente a su amigo:" Dale enseguida el precio que ella exige." La mujer, tan pronto recibió el pago injusto, se tornó poseída por un demonio. Entonces el Santo, con oraciones, expulsó al demonio de ella.

Si es imposible evitar indignarse, como mínimo hay que detener la lengua, según la palabra del rey David: "Estaba yo quebrantado, y no hablaba" (Sal. 77:4).

Podemos seguir en este caso los ejemplos de san Spiridón de Trimifun y de san Efremo el Sirio. El primero soportó una ofensa así: una vez, tras ser llamado por el rey de Grecia, quería entrar en el palacio y uno de los servidores, tomándolo por un mendigo, no lo dejaba entrar, se reía de él y hasta lo abofeteó. San Spiridón que era manso, le presentó la otra mejilla, como indica el Evangelio (Mt. 5:39). San Efremo, que vivía en el desierto, se quedó sin comida una vez cuando su discípulo rompió sin querer por el camino la vasija que la contenía. El santo, viéndolo muy triste, le dijo: "No te aflijas, hermano, si la comida no quiso llegar a nosotros, iremos hacia ella." Y el santo fue, se sentó al lado de la vasija rota y comió lo que se había caído. ¡Hasta tal punto era su mansedumbre y su falta de ira!

Para mantener la paz del alma, hay que apartar de uno la tristeza y tratar de tener el espíritu alegre, según la palabra del sabio Sirah: "La tristeza mató a muchos y no hay utilidad en ella" (Sir. 30:25).

Para conservar la paz del alma hay que evitar también criticar a la gente. Con el silencio y la condescendencia hacia el hermano se conserva la paz del alma. Encontrándose en este estado es posible recibir revelaciones Divinas.

Para no caer en la condenación de los prójimos, no hay que aceptar malos comentarios de nadie, estar como muerto para esos dichos y escuchar nuestro interior.

Para la paz espiritual hay que entrar en sí mismo más a menudo y preguntarse: ¿Dónde estoy? Además hay que estar atento para que los sentidos corporales, sobre todo la vista, sirvan al hombre interno y no lo distraigan con objetos sensuales o sensoriales. Hay que recordar que los dones de gracia lo reciben solamente aquellos que trabajan internamente y cuidan sus almas.


Las hazañas espirituales
A los discípulos que trataban de hacer hazañas excesivas, san Serafín les decía, que soportar mansamente y sin quejas las ofensas son nuestras pesadas cadenas y pesas y nuestra vestimenta pesada hecha de áspero material (que algunos monjes usaban para dominar su cuerpo).
No hay que emprender hazañas desmedidas y hay que tratar de que nuestro cuerpo nos sea fiel y nos ayude en ser virtuosos. No hay que desviarse ni a la derecha, ni a la izquierda, tomando el camino del medio (Sabid. 4:27), dándole al espíritu lo espiritual y al cuerpo lo corporal, lo necesario para mantener nuestra vida temporal. Tampoco hay que negarle a la vida social lo que ella exige, como dicen las Sagradas Escrituras: "Dad al Cesar lo que es de Cesar, y a Dios lo que es de Dios" (Mt. 22:21).

Hay que ser condescendiente con nuestra alma por sus debilidades e imperfecciones y soportar sus fallas, así como las de nuestros prójimos; pero no podemos tornarnos perezosos y debemos obligarnos permanentemente a mejorar.

Si comiste de más o hiciste otra cosa por debilidad humana, no te turbes y no le agregues mal al mal, sino con empeño trata de corregirte y guardar la paz del alma, como dijo el apóstol: "Bienaventurada el que no se condena a sí mismo en lo que aprueba" (Rom. 14:22). El mismo sentido tienen las palabras del Salvador: "Si no os volvéis y os hacéis como niños, no entrareis en el Reino de los Cielos" (Mt. 18:3).

Cualquier éxito lo debemos atribuir al Señor y decir con el profeta: "No a nosotros, no a nosotros Señor, si no a Tu nombre de la Gloria" (Sal. 115).


La pureza del corazón
Tenemos que proteger siempre nuestro corazón de pensamientos e impresiones indecentes, como dice el autor de las Parábolas: "Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida" (Prov. 4:23).
De una larga protección del corazón, nace en éste la pureza, para la cual es accesible ver al Señor, según la afirmación de la Verdad eterna: "Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios" (Mt. 5:8).

Lo mejor que tenemos en el corazón no lo debemos mostrar sin necesidad, ya que lo obtenido sólo está a salvo de los enemigos visibles e invisibles cuando es conservado como tesoro en el fondo del corazón. No le descubras a todos los secretos de tu corazón.


Como reconocer los movimientos del corazón
Cuando el hombre recibe algo Divino se alegra en su corazón; en cambio cuando recibe algo diabólico, se siente confundido y turbado.
Cuando el corazón del cristiano recibe algo Divino no necesita confirmar por otro medio que esto proviene del Señor; se convence solo de que proviene del Señor ya que siente en sí los frutos espirituales: "amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza" (Gal. 5:22-23). En cambio el corazón por el diablo, aunque se disfrace de Ángel de luz (2 Cor. 11:14) o presente pensamientos de la mejor apariencia, siempre sentirá algo incierto, inquietud en los pensamientos y confusión de los sentidos.

El diablo, que "como un león, se esconde en su cueva" (Sal. 10:9), en secreto pone sus redes de pensamientos sucios e indecentes. Apenas los notamos, debemos destruirlos con la oración y pensamientos piadosos.

Necesitamos una gran atención y esfuerzos para que durante el canto de los salmos, nuestra mente este de acuerdo con el corazón y la boca y para que en nuestra oración no se mezclen malos olores con el incienso. Dios rechaza al corazón con pensamientos impuros.

Durante día y noche, siempre, con lagrimas, acudamos a la misericordia Divina, para que Él purifique nuestros corazones de cualquier pensamiento malo, para poder ofrecerle dignamente los dones de nuestro servicio. Hacemos bien cuando no aceptamos pensamientos malos inducidos por el diablo.

El espíritu impuro tiene influencia fuerte solo sobre los apasionados, a los purificados de pasiones los toca solo en forma parcial o externa. Una persona joven no puede no turbarse por pensamientos corporales. Pero él debe rezar al Señor Dios para que se apague el fuego de pasiones viciosas desde el principio. Entonces la llama no se fortalecerá.


La excesiva preocupación por lo mundano

La preocupación excesiva por las cosas de la vida es característica para un hombre no creyente y pusilánime. ¡Y pobre de nosotros, si pensando en nosotros mismos, no depositamos la esperanza en Dios, que se preocupa de nosotros! Si los bienes visibles que usamos en el presente no se lo atribuimos a Él, ¿cómo podemos esperar de Él los bienes prometidos para el futuro? No seamos así poco creyentes y busquemos mejor en primer término al Reino de Dios y todas estas cosas nos serán añadidas, según la palabra del Salvador (Mt. 6:33).


La tristeza
Cuando el espíritu malo de la tristeza se apodera del alma, la llena de amargura y desagrado, no le deja orar con la dedicación necesaria, dificulta la lectura de escritos espirituales, la priva de bondad, mansedumbre y buen humor en las relaciones con la gente y rechaza toda conversación. Porque el alma, llena de tristeza, se vuelve como alienada y exaltada, no puede recibir con tranquilidad ningún consejo bueno, ni contestar mansamente a las preguntas. Ella huye de la gente, como si fueron ellos los causantes de su estado y no entiende que su enfermedad es interna. La tristeza es un gusano en el corazón, que roe a su propia madre.
Quien venció a sus pasiones también venció a la tristeza. En cambio, el vencido por las pasiones no evitara la tristeza. Como un enfermo se distingue por el color de su rostro, el poseído por una pasión se manifiesta por la tristeza. Quien ama al mundo no puede evitar la tristeza. El que desprecia el mundo está alegre siempre. Así como el fuego purifica al oro, la tristeza por Dios (el arrepentimiento) purifica al corazón pecador.


La vida activa y la contemplativa
El hombre consta de alma y cuerpo y por eso su camino de vida debe comprender las acciones corporales y las del alma, de vidas activa y contemplativa.
La vida activa está compuesta por el ayuno, la contención, la vigilia, la oración, el arrodillamiento y otros esfuerzos corporales, que constituyen un camino estrecho y penoso de sacrificios, que lleva a la vida eterna, según el Evangelio (Mt. 7:14).

La vida contemplativa incluye el direccionamiento de la mente hacia Dios, el corazón atento, la oración concentrada, con lo que se llega a la contemplación de objetos espirituales.

El que desea tener una vida espiritual, debe empezar por la vida activa, porque sin la vida activa no podrá entrar en la vida contemplativa.

La vida activa sirve para purificarnos de las pasiones viciosas y nos eleva a un escalón de una perfección de acción, que nos abre el camino a la vida contemplativa. Solamente los purificados de pasiones y perfectos pueden acercarse a esta otra vida(la contemplativa), como se ve de la Sagrada Escritura: "Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios" (Mt. 5:8) y de las palabras de san Gregorio el Teólogo: "Hacia la contemplación pueden acercarse, sin peligro, solo los perfectos, por su experiencia."

Si no tenemos un maestro para dirigirnos a la vida contemplativa, hay que guiarse por las Sagradas Escrituras, ya que el mismo Señor Jesucristo nos ordena aprender de Ellas: "Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros les parece que en ellas tenéis la vida eterna" (Jn. 5:39).

No se debe dejar la vida activa ni siquiera después de haber tenido tanto éxito y haber llegado a la contemplativa porque ésta es ayudada y enaltecida por la vida activa.


La luz de Cristo
Para recibir y sentir en el corazón la luz de Cristo, hay que alejarse lo más posible de las acciones visibles. Luego de purificar el alma con la penitencia y obras de bien, y con una fe sincera en el Crucificado, cerrando los ojos, hay que sumergir la mente en el interior del corazón, clamar y llamar, sin cesar, el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Entonces, en la medida del esfuerzo y del ardor del espíritu hacia el Bienamado (Luc. 3:22), el hombre encuentra en el nombre invocado una dulzura que provoca sed de conocimiento superior.
Cuando el hombre internamente ve la luz eterna su mente se torna limpia y libre de imágenes sensoriales. Estando todo concentrado en la admiración de la belleza no creada, olvida todo lo sensorial, no se quiere ver tampoco a sí mismo, quiere esconderse en el núcleo de la tierra, solo para no perder a este verdadero Bien: a Dios.


La adquisición del Espíritu Santo
(Extraído de las conversaciones con Motovilov).
La verdadera finalidad de nuestra vida cristiana consiste en la adquisición del Espíritu Santo de Dios. El ayuno, la vigilia, la oración, la limosna y toda obra de bien, hecha en nombre de Cristo, son medios para recibir el Divino Espíritu Santo. Sólo las obras de bien hechas por Cristo nos traen los frutos del Espíritu Santo.

Algunos dicen que la escasez de aceite en las lámparas de las vírgenes insensatas hace referencia a la escasez de virtudes (parábola de las diez vírgenes, Mt. 25:1-12). Esta interpretación no es del todo correcta. ¿Tienen ellas falta de virtudes si, a pesar de ser nominadas insensatas, son llamadas vírgenes ? La virginidad es una virtud altísima, como un estado similar al angelical y podría por sí sola suplir a otras virtudes Yo pienso humildemente que les faltaba precisamente gracia del Santísimo Espíritu Santo. Ellas obraban bien pero creían, por errores espirituales, que en eso solo consiste el cristianismo. Cuando hicieron una obra de bien creyeron que hicieron también una obra Divina y no se preocuparon si recibieron la Gracia de Dios o si la alcanzaron. Justamente era la gracia del Espíritu Santo, simbolizada por el aceite, la que hacía falta a las Vírgenes necias. Ellas son llamadas "necias" porque se olvidaron del fruto necesario de la virtud, que es la gracia del Espíritu Santo, sin la cual nadie puede ni podrá salvarse ya que "toda alma es vivificada por el Espíritu Santo y elevada por la pureza y es iluminada por la Unidad de la Trinidad de manera sagrada y misteriosa" (Antífona antes del Evangelio en el servicio matutino). El Espíritu Santo Mismo viene a habitar en nuestras almas; y esta residencia y la coexistencia en nosotros del Todopoderoso, de su Unidad Trinitaria con nuestro espíritu, no nos son dadas más que a condición de trabajar, por todos los medios en nuestro poder, para la obtención del Espíritu Santo y esto prepara en nuestro cuerpo y nuestra alma una morada digna de este encuentro, un trono para la coexistencia del Dios que todo creó con nuestro espíritu. Como dice la palabra inmutable de Dios: "Habitaré y caminaré en medio de ellos; seré su Dios y ellos serán mi pueblo" (2 Cor. 6:16; Lv. 26:11-12; Ez. 37:27).

Este es el aceite que las prudentes tenían en sus lámparas, que fue capaz de alumbrar por muchas horas y que les permitió a éstas vírgenes recibir la llegada del Esposo a medianoche y entrar con Él al castillo del goce eterno. Las Vírgenes necias, al ver que la luz de sus lámparas estaba por extinguirse, fueron al mercado en busca de aceite, pero no tuvieron tiempo de regresar pues la puerta se había cerrado. El mercado es nuestra vida. La puerta del palacio, cerrada e impidiendo el acceso al Esposo es nuestra muerte humana; las vírgenes prudentes y necias son las almas cristianas. El aceite no simboliza nuestras acciones buenas sino la gracia del Espíritu Santo que obtenemos por ellas, gracia que transforma lo perecedero en imperecedero, la muerte del alma en vida espiritual, las tinieblas en luz, el establo donde están encadenadas como bestias y animales nuestras pasiones, en templo de Dios, en un radiante castillo de alegría eterna por Jesucristo, Nuestro Señor, Creador y Salvador.

Grande es la compasión que Dios tiene por nuestra desgracia, es decir por nuestra negligencia hacia Su solicitud cuando dijo: "Mira que estoy de pie junto a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo" (Ap. 3:20); por "puerta" debemos entender el curso de nuestra vida aún no detenido por la muerte.

 






Panfleto Misionero # SA8

Copyright © 2001 y Publicado por la Iglesia

Ortodoxa Rusa de la Santa Protección

2049 Argyle Ave. Los Angeles, California 90068

Editor: Obispo Alejandro (Mileant