viernes, 16 de agosto de 2013

Успенский пост ¡¡¡YA ESTAMOS EN EL AYUNO DE LA ASUNCION!!!

 
 
Del 14 al 27 de agosto abarca nuestro ayuno de la Asunción. Este ayuno se estableció para observarse antes de la fiesta de la Transfiguración y hasta la fiesta de la Asunción de la Santísima Virgen. Este periodo de ayuno es el más corto, sinembargo es casí igual de estricto que el de la Gran Cuaresma.
A diferencia de los deportistas olímpicos, quienes inician su preparación para los juegos, con mucha fuerza y finalizan agotados después de la competencia; los cristianos iniciamos, los periodos de ayuno, con los deseos de obtener la fuerza espiritual y finalizamos el ayuno más fortalecidos y frescos.
 
El dominio de sí mismo, de la voluntad, con oración y acudiendo a los servicios religiosos, servirán para recibir las fuerza espiritual de Dios, que nos permita comprender y atender la gran fiesta para la que se prepara.
Se trata de un lapso pequeño, de dos semanas, de todo el año eclesiástico. Definitivamente la regla nos indica que se trata de un ayuno estricto, en donde sólo se permite comer pescado el día de la Fiesta de la Transfiguración de Cristo. Todos los demás días no se deberá comer ni pescado ni mucho menos carne, de ningún animal. Los lunes, miércoles y viernes sólo verduras, frutas y pan. Los martes y jueves, se permite además sopa caliente, sin aceite. Y sólo sábados y domingos la sopa puede ser preparada con aceite (vegetal).
Porsupuesto, no todos tienen la posibilidad de observar un ayuno estricto. Bajo la bendición del Padre Espiritual se puede flexibilizar; sin embargo no se debe olvidar que durante todo este periodo se deben lograr éxitos espirituales, los cuales son el verdadero contenido y justificación del ayuno.
En palabras del abad Doroteo, no sólo debemos observar abstinencia en cuanto a la comida, sino de todos y cada uno de los pecados que hagan que nuestro cuerpo entero esté en ayuno o abstinencia. Debemos poner en abstiencia a Nuestra Lengua, no permitiéndonos el difamar, decir mentiras, humillar a los otros, abstenernos de la ira, de pronunciar palabras inecesarias, groserías, de cualquier pecado que se cometa a través de la lengua. También debemos poner en ayuno al sentido de la vista, no viendo cosas vanales, viendo obsenidades. Y nuestras manos y piernas también deben ayunar de todo acto malo. Así lograremos que nuestro ayuno sea verdadero y agradable a Dios.
Así al final podremos valorar el sentido de la fiesta que celebraremos.
 
Teófano el Recluso dice: "Existen muchos pecados en cada persona, en cada sociedad. el pecado es siempre producto de nuestra libertad: Lucha y no caerás, cae sólo el que no quiere luchar."
 
Encoméndemonos a la Santísima Vírgen para que podamos cumplir con este periodo de ayuno que nos acerca a la vida eterna.
 
SANTISIMA VIRGEN SALVANOS!!!

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