jueves, 8 de agosto de 2013

EL MINISTERIO CON ALCOHOLICOS Y ADICTOS


MINISTERIO CON ALCOHOLICOS Y ADICTOS UNA PERSPECTIVA ORTODOXA

Su esposo le prometió que jamás volvería a tomar, pero el otro día lo encontró ebrio. Llegó a un acuerdo con su hijita, Ella jamás volvería a usar drogas, pero a la semana siguiente la encontró en su recamara tirada e inconsciente. Estos escenarios se han vuelto cada vez más comunes en nuestra sociedad actual. Alrededor del diez por ciento de la población de los Estados Unidos enfrenta adicciones al alcohol y a las drogas. Los sacerdotes son los primeros "profesionales" que se dan cuenta de este problema y que toman conocimiento del mismo. Desafortunadamente no siempre se encuentran bien capacitados en este tipo de ministerio.perdiéndose así la oportunidad para brindar esperanza, ayuda y una efectiva posibilidad de salud.
He tenido acercamiento con muchas familias que han sufrido las consecuencias devastadoras del alcoholismo y la drogadicción. Muchos han dejado de amar al enfermo, otros han visto devastado el nucleo familiar y otras viven en continua disfunción como consecuencia de la situación que les plantea el adicto. Todo esto podría ser evitado si se brinda ayuda adecuada y oportuna.
El primer rol que debe jugar el sacerdote, quien se encuentra en primera línea en esta batalla, es no solo recomendar sino asistir, al adicto y alcohólico para que ingrese a un programa efectivo de recuperación.
Existen muchos programas, pero en mi experiencia, aquéllos que aplican el método de los doce pasos, que se encuentra en AA, les da a los adictos una gran oportunidad de recuperación. Muchos sacerdotes, con éxito, refieren a sus feligreses a Centros de Tratamiento, pero muy pocos le dan seguimiento a los mismos, hasta la conclusión.
En una encuesta reciente que hice a alcohólicos y adictos en recuperación, les pregunté acerca del papel que jugó su sacerdote en el proceso de recuperación. Sólo el tres por ciento contestó que su sacerdoté fue la primer persona que le había brindado ayuda, y menos del 20% dijo que su sacerdote había sido de ayuda en su proceso de recuperación. Esta estadística resulta alarmante y más si consideramos que el 50% de los entrevistados sustituyeron definitivamente a su Iglesia por AA. Esto nos muestra que cuando un miembro del clero no se involucra en el proceso de recuperación, existen muchas posibilidades de que ese feligrés no vuelva jamás a la parroquia. Alcohólicos Anónimos les desarrolla un sentimiento de compañerismo a sus miembros, así como edificación espiritual como parte del proceso de recuperación de los adictos. Así se genera un sentimiento, en la persona en recuperación, de no necesitar el regreso a sus comunidades de fe, del pasado.
Los alcohólicos en recuperación tienen preferencia de tres a uno por AA como su consejero, que por su padre espiritual.
De los pocos que dicen que su sacerdote fue de ayuda en su proceso de recuperación, sólo el ochenta por ciento continúa acudiendo a la Iglesia. Esto sólo demuestra que cuando un miembro del clero se involucra en el proceso de recuperación, hay más posibilidades de que el feligrés regrese y renueve su participación en la Iglesia. Esto es importante porque la recuperación de cualquier adicción, tiene más que ver con el ejercicio espiritual que con cualquier otra cosa y la persona en recuperación está sometida a una extraordinaria jornada de ejercicio espiritual que puede ser mejorada por el sacerdote y la propia comunidad de la Iglesia. Al mismo tiempo la persona en recuperación puede mejorar la condición espiritual de la comunidad.
Las estadisticas no mienten. Es necesaria más capacitación al clero en este ministerio, para que los adictos puedan recibir la ayuda que necesitan y así ser reintegrados a la vida de la Iglesia. Antes de ingresar al seminario estudié Trabajo Social, especializándome en el consejo en casos de abuso de drogas y alcohol. Desde mi ordenación he recibido mucha capacitación en el campo. Asimismo mi disertación doctoral fue en esta materia. Durante todo este tiempo he tratado de entrenar al mayor número de sacerdotes en este tema, pero para mayor efectividad he escrito el libro: "Recuperando el barco perdido: El Ministerio con los Alcohólicos y Adictos. Una Perspectiva Ortodoxa."
El libro se enfoca en el entendimiento Teológico de la adicción, y hace referencia a las competencias que el sacerdote debería tener en este campo. Algunas de las competencias incluyen: Entender el concepto de alcohólismo y adicción. Los signos de la dependencia, las características de la ausencia o retiro; los efectos en la familia y en el indivíduo; así como las características de las etapas de recuperación y cómo el diagnóstico temprano y recuperación temprana beneficia a la familia y al individuo. Especial énfasis se da al ministerio que se debe realizar con los familiares de los adictos, quienes llegan a ser afectados en el amor por la enfermedad del pariente. La última parte del libro es un manual muy simple para el sacerdote acerca del ministerio. Los sacerdotes deberían tener identificados a los grupos de AA, NA, Al anon y a todos los grupos que aplican el método de los 12 pasos y de centros de tratamiento y desintoxicación. Se hacen sugerencias de cómo encontrar los caminos adecuados para iniciar una conversación con una persona adicta, una lista de preguntas que nos indican si la persona es adicta o no, y se incluye también un procedimiento paso a paso de cómo coordinar la intervención conjunta en un caso de adicción.
También muestro los pasos que hay que seguir cuando el adicto regresa de su tratamiento, incluyendo las reuniones que se deben tener con ellos, el trabajo que se debe realizar con ellos, así el cómo y cuando deben de volver a tomar la comunión. El rechaso frustrante de los recien recuperados, también se incluye. Finalmente hago sugerencias de cómo establecer grupos de recuperación dentro de la Iglesia, así como también como aumentar las medidas de prevención dentro de la comunidad. El libro puede ser enviado gratuitamente a todos los padres activos y retirados de la Arquidiócesis, gracias a la generosidad del Dr. Kris Kiriakides. Hago oración para que con este libro y con una contínua capacitación nuestros sacerdotes jueguen un papel muy importante en la ayuda de adictos para que alcancen la sobriedad y así se reintegren a la vida de la comunidad.
 
  
Fuente: El Observador Ortodoxo. Patriarcado Ecuménico.

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